Dicen que nadie escapa a su pasado. Yo digo que no escapa el que no quiere escapar. Yo no le escapo al pasado, le huyo, yo vivo el presente.
El pasado te amarga, te da insomnio, te vuelve obsesivo.
Les encanta hablar y hablar… se usa tanto el tiempo pasado y tan poco el tiempo presente, o futuro. Si miras para atrás lo único que haces es detenerte.
El que vive colgado del pasado se vuelve una persona resentida, rencorosa o melancólica lo cual es peor.
Yo trato y trato de soltar el pasado, pero parece que es el pasado el que no me suelta a mí.
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